Crónica, Por Pilar Collantes
Sus ojos vivaces decían del coraje y la fuerza de esta joven mujer peruana, que le tomó más de ocho días llegar a Lima trayendo la Voz de su Pueblo. Tomasa vino con una hepatitis B crónica avanzada, además de una hernia inguinal que le producía mucho dolor. Gracias a la WWF que la trasladó junto a su padre Tsanchi quien además hacía de traductor.
"Ya la Emergencia es tarde..." dijo a los funcionarios del Ministerio de Salud que convocamos.
Tsanchi me confesó con el corazón encogido que Tomasa sabía que iba morir pero ella quería venir a Lima para decirle a las autoridades como sufría su pueblo por la hepatitis B. Cómo morían sus Apus, sus abuelos, sus padres, sus madres...
Qué sentido de amor tan profundo a su pueblo puede llevar a una joven en un estado tan avanzado de la enfermedad a estar 7 días en una balsa saliendo de la localidad Nueva Yarina, llegar a San Lorenzo, volver a embarcarse hasta Yurimaguas. Luego por tierra 2 horas y media hasta el aeropuerto de Tarapoto y finalmente arribar a Lima. Sólo una heroína, renuncia a pasar los últimos días abrazando a su pequeña hija, y con el dolor apoderado de su cuerpo a transitar en tremenda hazaña aún sin hablar castellano hasta Lima para hacer escuchar su voz con firmeza y dignidad ante las autoridades.
Cuando nos despedimos en el aeropuerto Jorge Chávez, sabía que no iba a volver a verla. Escondí mi nostalgia. Ella estaba maquillada como lo hacen las mujeres kandozi cuando van a una fiesta. Nos abrazamos, su cuerpo frágil atesoraba una fuerza y amor por su pueblo absolutamente estremecedora y de profundo respeto y admiración.
Al llegar a su pueblo Nueva Yarina luego del encuentro con su lago, el cielo azul y estrechar entre sus brazos a su pequeña de tres años entonces partió un 28 de diciembre del 2009.
Tenía sólo 22 años....Me dijo que quería que su hija aprendiera castellano para que no sufra lo mismo que ella, Tomasa la heroína que salvo a su pueblo en ese viaje, histórico, de epopeya cuando vino a en busca de ayuda a la ciudad capital Lima.
GALERÍA
Tomasa despidiéndose en el aeropuerto
Tomasa en mesa con funcionarios del MINSA y especialistas